martes, 25 de junio de 2013

SOLO PARA MUJERES

POR: LUIS LITARDO
De seguro, muchos varones leerán este artículo que en realidad quise llamar <<De Amas de Casa a Ejecutivas del Hogar>> pero a sugerencia de mi Esposa decidí titularlo de esta manera.
La palabra <<Ama de Casa>> que desde la aparición del término <<Ejecutiva>> quien llegó con claras intenciones de relevarla definitivamente, comienza a tener muy poca importancia hasta el punto de considerarla ofensiva emplearla para significar a la mujer que se dedica a los quehaceres del hogar, como también a las que distribuyen su tiempo entre múltiples actividades.
Viéndolo a simple vista no parece alterar en nada la misión de la mujer en la familia y en la sociedad, pero se deja ver, un claro propósito de abolir lo antiguo para tomar las cosas nuevas o las nuevas propuestas lanzadas por la sociedad global.  
No quiero dar una imagen retrograda, pero me quedo con la imagen de << Ama de Casa>> o <<Señora de Casa>> en lugar del término <<Ejecutiva>>, y para esto creo que el término explica las razones y por si no queda tan claro asumiré con el permiso de la RAE algunas significaciones dadas por ésta y así tenemos por ejemplo el significado de  <<Ama>> que según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), en todo los significados propuestos hace relación a tener poder sobre algo incluso sobre personas mientras que <<Ejecutiva>> dice de persona que forman parte de una comisión ejecutiva o como quien desempeña cargo importante en una empresa.
Como hemos podido apreciar, el ser <<Ama>> le da un valor de señorío, se puede colegir por su misma índole, un título de propiedad natural como quien tiene plenos poderes y eso para los que tenemos más de tres décadas nos trae a la memoria los recuerdos de esas mujeres que sin necesidad de usar pantalones sabían muy bien como se mandaba en casa, cuya mirada trasmitía muchos más mensajes que un grito vacío, ese espérate a que se vaya la visita o que termine la Semana Santa, resultaba ya una pesadilla peor que el encierro en una habitación sin televisor, mujeres que vivían con el sicólogo colgado a la pared o detrás de la puerta.
Mujeres de una sola palabra, si o no, para ellas no existía el ¿quizá? ¿a lo mejor? ¿será? ¿puede ser? ¿si es que…? etc. Esas eran las amas de casa, mujeres libres e independientes solo sometidas a su responsabilidad de mujer y madres, mujeres que en nada figuraban como tontas y quienes tuvimos una madre así sabemos cómo nos enseñaban las cosas y no nos daban las famosas nuevas oportunidades, porque sabían que esa nueva oportunidad le suponía pérdida de autoridad y tiempo perdido para corregir, mujeres que se ganaban el respeto de sus esposos, sus hijos y nietos, mujeres que ordenaban y supervisaban el cumplimiento de su palabra.
Mientras que la <<Ejecutiva>> es alguien que no toma como propia la responsabilidad sino en la medida de sus intereses y mediante el encargo del dueño o amo, se trata de una persona sometida a una autoridad superior quien le dice lo que debe y no debe hacer, entonces la ejecutiva realiza el negocio solo si está autorizada para ello, si las condiciones son favorables a los intereses de la empresa o a su comisión, da un carácter de empleada y no de dueña.

Entonces, qué es más honroso a la mujer el ser <<Ama de Casa>> o llamarse <<Ejecutiva del Hogar>>

martes, 18 de junio de 2013

DONDE NACE LA CORRUPCIÓN

POR: LUIS LITARDO
Desde hace ya varios años el tema de los Menores Infractores se ha convertido en debate social, tantos estudios realizados por diversas instituciones han logrado determinar varios aspectos favorables para contrarrestar este evento peligroso para el buen desarrollo de la sociedad.

Los focos de infección social están determinados como también lo están las causas y al mismo tiempo que se sabe cuál es el remedio; y, en eso el gobierno está poniendo mucho énfasis aunque (considerando el entorno) erradicar este mal de la sociedad llevará muchos años de dedicación si atendemos a lo que el Emperador Napoleón decía con respecto de la formación de los futuros Padres y Madres de familia y su frecuencia de tres generaciones, sabiendo que apenas se ha empezado por la primera y cuya eficacia aun no está determinada.

En estos últimos tiempos hemos visto, escuchado; y, (en lo que los medios de comunicación masiva nos han permitido) enterándonos de varios sucesos ocasionados por los jóvenes, historias y sucesos relatados cual guión de película de terror y en esto sí creo que hay que poner asunto, porque hechos semejantes solo se lo podía ver en películas y en lo que la prensa internacional nos hacía llegar  a nuestro medio.

Jóvenes con una capacidad para exterminar masas -en extremo violentos- lo cual no era normal en nuestra sociedad, ahora constituye un hecho que nos deja de alarmarnos, y cada vez va causando un doble efecto; por un lado el terror, por el otro la permisividad y conformidad con los hecho sucedidos, esto también ocasiona dos efectos socialmente contradictorios: en los que son presas del terror, se elimina el espíritu de fortaleza por lo que prefieren someterse a la voluntad de los “maleantes” antes de llenarse del espíritu de heroicidad y luchar para que estos males sean erradicados, por el mismo hecho que se sabe que hay que <<hacer el bien y evitar el mal>>.

Los actores de justicia están haciendo su parte, como se puede constatar por la destitución de docenas de Jueces en todo el País, Fiscales, Policías y Servidores Públicos en general a quienes se les ha vinculado algún tipo de corrupción o negligencia; pero,  por muchos que sean los trabajos para erradicar la corrupción esta no será posible sin la colaboración de la misma sociedad ya que no se puede erradicar un mal de la sociedad si esta misma lo protege por considerarlo como suyo, por el simple hecho que no se puede cosechar lo que no se siembra y no se puede reclamar como propia lo que es robado, dicho de esta forma pedagógica, se entiende entonces que no puedo reclamar a las autoridades lo que nosotros como actores sociales no estamos dando en nuestras comunidades, llámese esta: familia, barrio, parroquia o cualquiera de los recintos donde esté presente una sociedad humana anhelante de paz.

Porque la realidad nos hace constatar que aunque la Ley lo exprese tácitamente, aún ciertas autoridades y representantes de la política democráticamente seleccionados se hacen de la vista gorda frente al abuso de quienes cerca de un parque infantil, un sitio de sano esparcimiento familiar o educativo colocan sus negocios de bebidas alcohólicas sin que esto pueda aún corregirse en su totalidad.  

La futuras generaciones sólo son el reflejo y estela de la anterior sociedad, falso es decir que la sociedad antecedente era mejor que la consiguiente, porque si lo presente, es solo el resultado de lo anterior, aplicando aquí las leyes de la física elemental, por las que se constata el hecho que los objetos caen por su propio peso y que a mayor fuerza de atracción mayor es el impacto.

Todo esto dicho desde el lenguaje común, por el mismo que nos admiramos tanto de la evolución de un joven volcado más bien, en una involución, como quien vive en épocas cavernarias donde el hombre era presa del hombre según la palabras de <<Tito>>"Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit." (Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro) esto aplicado tácitamente a nuestra sociedad en la que contamos con una antesala llena de peligros sociales, donde el rico iba en detrimento del pobre más preocupado por los intereses del capital que de la condición humana de la que estamos revestidos todos.

Ahora las condiciones están cambiando y el sueño de estabilizar una clase media es como la gran utopía (espero esté al alcance de nuestros ojos) sin embargo los residuos de la indefensión, social, injusticia que campeaba en todos los estamentos sociales gestaban una generación sangrienta, llena de complejos y resentimientos, esto sin ser “Profeta” ya se veía venir.

Esta crisis social presente en todos los niveles sociales, también se hizo presente en la justicia donde el dinero se imponía al derecho como en un incesante invertir el derecho con las ciencias de mercado, ya no se hablaba de litigios, ni de celeridad, se hablaba de comprar a los jueces o las sentencias, ya los trabajadores no tenían derechos, porque el dinero era quien tenía todos los derechos. Esto también es violencia.

Las grandes mafias, se introdujeron en las masas populares sedientas de todo habidas de nada, traficaron con tierras y luego con las hijas y los hijos de estas mismas personas a quienes les vendieron la ilusión del sueño “americano” y luego el “europeo”  haciéndolas “mulas” y “prostitutas”.

Que podemos pedir a esta generación, donde aún quedan pueblos enteros sometidos a la voluntad del “patrón” o los “patrones” donde el dinero compra por camiones el libertinaje sexual y luego lanza a la mendicidad a los hijos del placer.

¿Por qué entonces nos alarmamos de que existan jóvenes violentos si ellos son solo el fruto de lo que la sociedad hizo con sus padres? ellos no son hijos de personas, son lo hijos y las hijas de la violencia, del libertinaje y de la corrupción de aquello que aun nos cuesta erradicar de nuestras vidas, una generación violenta como lo fue la cuna que acogió a sus padres y a los padres de sus padres.

jueves, 6 de junio de 2013

DONDE TERMINA LA JUSTICIA


Luis Litardo
Seguro el tema les parecerá un poco controversial, siendo que la justicia como virtud está destinada a no terminar y menos aun a desaparecer.

Con esta introducción podemos ya hacernos la idea de que no escribiré de la muerte de la justicia, sino de una especial suerte que recubre a los “justos” e “injustos” en una interminable sinfonía de oportunidades o como se veía en tiempos anteriores, las reiteradas vueltas que daba el carrusel que llegaba al pueblo antes de convertirse en la ciudad sofisticada y quienes jugábamos en ellas una veces nos invadía la gloria y otras el pánico.

Así está hecha la justicia, la misma que, aunque tengamos derechos, no siempre nos es favorable, es allí “donde termina la justicia” para nosotros; y, brilla para la parte contraria, sin embargo, el sinsabor queda en las bocas de quienes ha probado esta efímera derrota, contienda que al inicio aparece apetecible, dulce, con buena presentación, pero que en un instante podría pasar de bocado amargo a tormentosa.

Tal como los griegos la significaron mitológicamente en la diosa Artemis, aquella mujer  con una balanza en la mano y los ojos vendados, como quien pesa alguna sustancia sin tener presente el resultado a quien le es favorable, así es la justicia en su concepción más pura, donde los Administradores de Justicia, no con la espada en la mano sino con la balanza en alto deben pesar a qué lado cae la balanza por su propio peso.

Es allí donde se puede agravar la situación, es por ello que se mira a educar por medio de las prohibiciones y restricciones en la Función Judicial y en los Abogados en el libre ejercicio de su profesión, porque si bien todos tenemos derecho a ganarnos un sustento, la justicia en cambio no mira eso, sino al cumplimiento del <<derecho>> liberado de la <<legalista>> porque, más allá de pretender aplicar una ley, se mira a la satisfacción de la víctima, que si bien en varias ocasiones a lo largo de la historia se ha visto administraciones de justicia <<injustas>>, la misma historia como Madre y Maestra, nos ha enseñado que el daño social que se puede ocasionar cuando existen estos torcimientos en el área judicial, traer pérdidas para todos, es por ello que se crea una independencia del conglomerado de la administración pública, de tal modo que la única beneficiada de la ley y las normas sea la misma sociedad.

Pues entonces ¿Dónde termina la justicia? La justicia puede terminar: cuando la ley o el procedimiento no son favorables, cuando el Juez ha permitido que su decisión se vea afectada por intereses económicos o afectivos; en la ignorancia o negligencia del administrador de justicia, pero para la gran mayoría, la justicia ha terminado cuando las condiciones sociales en las que viven son abismales, allí termina la justicia para una gran mayoría identificados como delincuentes comunes, gente que se ve tildada por la misma sociedad, los mismos que como fieras se lanzan a devorar a sus enemigos, sin saber que muchas de las personas a quienes atacan están a su favor.

Allí termina la justicia para ellos, allí termina cualquier afán de decirle al administrador de justicia que su dolor social es inevitable, que su inteligencia ya no responde a estímulos afectivos, que su piel se hizo dura y recia para aguantar los golpes y vejaciones, la justicia termina allí,  cuando no puede explicar los por qué le devuelve a la sociedad estos males con intereses; y, parecería irónico, pero la gran mayoría de estos <<por qué>>, encierran mucha más justicia que la aplicada en los juzgados y tribunales.

Los derechos de las personas consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en tantos otros Tratados y Convenios Internacionales así como en las constituciones de los pueblos. Solo son el eco que repite lo que la Ley Natural reclama para cada individuo, surgido de sus entrañas; y, es de sabios entender que no se le puede quitar a la naturaleza lo que le corresponde, ella tarde o temprano reclama su lugar. Eso explica la presencia de enfermedades del cuerpo y eso mismo explica las enfermedades sociales que padecemos.

Pues entonces, ¿dónde termina la justicia? Si no es en el derecho, no se trata de darle a cada uno de lo nuestro, se trata de devolverle lo que le corresponde en todos los niveles. Porque en este momento más importante que ser legales es en extremo necesario ser rectos. Allí terminará la justicia su recorrido, e iniciará su recorrido el derecho. Entonces luego podríamos hablar con claridad de <<la terminación del derecho propio y el inicio del ajeno>> porque ya a cada uno se le ha devuelto lo suyo, entonces brillará  la justicia como el sol y nos alumbrará y cobijará a todos.

Nos toca entonces hacer un éxodo; emigrar, salir, dejar de lado los conceptos vacíos y la letra muerta e iniciar una nueva vida basada en el derecho y la rectitud de vida.