domingo, 26 de mayo de 2013

SEGUN LA POPULORUM PROGRESSIO


Por: Luis Litardo
Populorum Progressio, asi tituló el Papa Pablo VI su Encíclica publicada el 26 de Marzo del 1967 justo en el tiempo que había escapado al concilio una mirada a la realidad adecuada al tiempo y el mundo concentró su expectativa en esta visión de la Iglesia.

En aquel entonces los pueblos del tercer mundo son auxiliados por una ola misionera que se destaca en la opción por los más pobres a quienes iluminaban con su presencia y doctrina desde los distintos modos de percibir las realidades, todo esto se vivió en una clima de cambios y nacimientos de nuevas ciudades ubicadas estratégicamente las mismas que con el apagón de los puertos fluviales de las ciudades que nacieron junto a los grandes ríos y el auge de la línea férrea y las nuevas vías para transportes de pasajeros, se convirtieron en ciudades de paso y grandes centros de intercambio comercial, tiempos en que los grandes puertos marítimos permitían con facilidad sacar los productos en su inmensa mayoría provenientes del campo.

Durante todo este tiempo ciudades como Vinces y Babahoyo que crecieron junto al río y contaban con gran poderío comercial, sintieron el apagón, debido a que el transporte terrestre era más rápido que el fluvial. Allí se detiene el progreso, allí se apagaron estas ciudades y dieron paso al surgimiento de otras ciudades, como los son, Milagro y Duran en la provincia del Guayas, Quevedo, en la Provincia de Los Ríos, Manta en Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas; otra de las ciudades que creció rápidamente fue Machala en La Provincia del Oro debido al puerto de mar  aunque esta ciudad en la historia ya tenía su lugar.

Los que hemos podido indagar en la historia de los pueblos de nuestro Ecuador, nos damos cuenta que  las ciudades crecen y se paralizan, debido a lo cambiante de las circunstancias y de las cosas que me pregunto, con un poco de preocupación es el futuro de la Ciudad de Quevedo con el nuevo anillo vial, por lo mismo que la historia nos ha mostrado, es como estas ciudades comerciales, que de un momento a otro son aisladas de las líneas de intercambio comercial, se estancan, no así las ciudades de tradición.

La súper carretera Manta Manaos, ocasiona el cierre de un circulo que pasa por los límites del cantón, al mismo tiempo que excluye la posibilidad de que camiones de carga pesada puedan ingresar, y lo que se ve venir, es un aumento del comercio en la ciudad de Portoviejo por su influencia política, además de su ventaja como más próxima al puerto, esta es la costumbre, que los lugares más cercanos a los puertos se constituyan en bodegas, así lo fue Machala, creciendo junto a Puerto Bolívar y así le ocurrió a Duran junto a Puerto Marítimo, de las dos ciudades, Machala brillaba con luz propia, mientras que Duran crecía a la sombra de un Monstruo y cuyas consecuencias de separación aun la están pagando.

Mientras que las ciudades del interior, las que distaban a más de una hora de camino, se apagaban y solo eran usadas para el tránsito de cargas, las fabricas que habían en Babahoyo huyeron a instalarse en lugares más cercanos a los puertos, las empresas buscaron oficinas junto al centro de intercambio comercial, dejando a estos pueblos en un total abandono a merced de los gobiernos de turno y de lo poco que el implacable temporal invernal que le azotaba le permitía producir, dejó su hegemonía de “bodegas reales”, dejó de ser la segunda en importancia comercial, para convertirse en el patio de Guayaquil. Sus mismos hijos decidieron abandonarla, muchos de los apellidos conocidos en Guayaquil, son apellidos de hijos de la ciudad de Babahoyo, allá fueron a poblar Urdesa y mucho después Entre Ríos de Saborondón. La toma de decisión fue oportuna, debíamos hacer énfasis en la historia para poder sostenernos, debíamos retomar la épica para levantar la estima de nuestros hermanos, teníamos historia escrita en 1820 y 1845, que nos trajeron como consecuencia la creación de la Provincia y el nombramiento definitivo como su Capital, por todo ello no podíamos terminar así, esa fue la lucha, esa fue la hazaña y así revuelta tras revuelta, pelea tras pelea, por años y décadas hasta que decidimos retomar las riendas del liderazgo provincial, llenos de asombro en este ultimo tiempo por el despunte económico de nuestra hermana Ventanas.

El no conocer la historia, ocasiona que se repitan los errores,  el no contar con liderazgo serio, significa convertirse en un barco a la deriva, quedando a merced de los vientos.

La lucha que se sostenía contra los intereses despiadados del capital y la neo colonización en tiempos de la Populorum Progressio, es la misma lucha que se escucha hoy en día, este progreso de los pueblo lleva consigo, que los pueblos se preparen para la perpetuidad, no con meros anhelos y discursitos demagogos, sino de forma veras. ¡Hay! de los pueblos que no estén apoyados con solides en la historia.

Las raíces culturales, la historia, la preparación de su gente y una base económica sólida, son un pilar fundamental para que los nuevos pueblo, ahora ciudades de importancia, se mantengan y no sean como aquellas que crecieron a la orilla de un río o junto a una línea de tren o carretera, estos puntos de crecimiento son efímeros, así hay muchos otros pueblos que se estancaron cuando el tren dejó de hacer su estación, cuando las navegaciones ya no llegó a sus puertos y cuando los camiones ya no llevaron su carga. Las empresas huyen, los trabajadores emigran, los profesionales se van.  

Destino ruin, efímera Pelonería.