domingo, 23 de septiembre de 2012

EL DILEMA MORAL IX JERARCAS Y SUBORDINADOS


EL DILEMA MORAL IX

JERARCAS Y SUBORDINADOS
Al tratar de este tema, parecería estar empleando una antigua forma de composición social no tan venida al tiempo ni querida por el contexto.

Pero aquí no vamos a tocar las posturas políticas ni ideológicas, sino sólo lo concerniente al uso exclusivo de una jerarquía de valores o jerarquía moral, por la que damos a cada persona y a cada evento  un lugar apropiado distribuyendo así en jerarcas y subordinados por ejemplo, de jerarca “Madre” subordinado “Hijo”.

La ley.- La ley siempre será un referente para las prácticas sociales, ellas nos muestran que acciones son permitidas en esta sociedad y que acciones no son permitidas, pero ante la ley estará siempre como jerarca la justicia, es decir, la ley está al servicio de la justicia y no al revés. Cuando aplicamos la literalidad de la ley, podemos caer en un vicio de legalidad si desconocemos la justicia que se quiere implantar por la letra de la ley, de tal forma que no es posible actuar la justicia al margen de la misma, de este modo, sabremos cómo proceder en casos de dilema en el que la ley y la justicia parecen no estar de acuerdo, por lo que se apela a instancias superiores de la justicia, la misma que pende de la caridad.
En todos los campos siempre tendremos en cuenta, que cosa está primera; la  ley, está al servicio de la justicia y ésta de la caridad. De tal manera que ante una acción en la que se tenga duda sobre si se actúa o no, se tiene que mirar por un lado la ley, que nos dice esta al respecto y luego la justicia que bien entendida es la voluntad constante de dar a cada quien lo que le corresponde estrictamente.

Nunca es saludable actuar movidos por el odio o la venganza, ya que en ella actúa la injusticia antes que la justicia, aunque la letra de la ley fije el castigo, la justicia juzga el contexto y la caridad cambia los miramientos humanos sentimentales, por razones fundamentales para obrar, de esta manera los dilemas se dan en la disyuntiva ante la aplicación de una norma y la conducta aprendida.

Cuando la aplicación de una norma, está en contraste con la necesidad afectiva suelen aparecer dilemas por los que se denuncia a los propios hijos o padre, pero mirando más allá, las necesidades o apegos afectivos, suelen ser más fuertes que la misma justicia, razón por la que muchos permiten que se les maltrate ya que quien lo hace goza de un privilegio afectivo.

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