ASÍ SOMOS LOS HIJOS DE ADÁN

Se aferra a la vida y muere. Vive los años de mocedad  y se olvida que envejece. Huye como la sombra y sucumbe. Se llena el vientre y enferma. Viaja para olvidar pero a este viaje, lleva arrastrando sus problemas.

Se afana para crecer pero termina sintiéndose o más altos o más pequeño,  más gordo o más flaco.  Trabaja tanto que muere cansado. Se afana tanto por conseguir todo que termina partiendo sin nada. Cree en una fuerza superior pero lucha por sobre sus fuerzas. Se inclina frente a la divinidad en el momento de angustia pero vive el resto de los días como si Dios no existiera.

Suele decir Dios no existe pero vive pensando en él. Niega la existencia de Dios apoyándose en la tesis teológica del Big bang. Se siente atraído por la sociedad que lo repudia. Odia el abandono y la aglomeración. Dice ni más ni más.

Se casa para ser feliz sin saber que la felicidad se la construye. Piensa en una gran casa, pero lejos están de edificar un gran hogar. Promete el cielo la luna y las estrellas termina dando migajas de tierra.

Pasa los años viejos pensando en morir mientras de joven se olvidó de vivir. Vive la juventud renegando de la gente adulta y cuando está viejo da lecciones de vida a los jóvenes.

Se irrita por lo que no sale a su modo, pero no se plantea si hace lo correcto Se engríe por todo y de todo, sin saber si todo le pertenecía.

Así es nuestra vida, vida sin vida, vida pendiente de la muerte, vida sin más que el aire, vida sin más que la fe, vida sin fe  y sin aliento, vida sin más salida que la muerte, vida de la que no podemos escapar aun después de morir, vida sin relax, vida incompleta y confusa, vida humana y sobrenatural, vida saludable y moribunda, vida que deambula por las sombras del éter, vida  de dioses mortales, vida con Dios o sin él, vida con ciencia o sin ella, vida llena de asombro, vida llena de espanto, vida llena de nada y vacía de todo, vida hecha para la vida y vida hecha para la muerte. Así es la vida de nosotros los humanos. Pobres y tristes mortales.