EL DILEMA MORAL IX
JERARCAS
Y SUBORDINADOS
Al
tratar de este tema, parecería estar empleando una antigua forma de composición
social no tan venida al tiempo ni querida por el contexto.
Pero
aquí no vamos a tocar las posturas políticas ni ideológicas, sino sólo lo
concerniente al uso exclusivo de una jerarquía de valores o jerarquía moral,
por la que damos a cada persona y a cada evento
un lugar apropiado distribuyendo así en jerarcas y subordinados por
ejemplo, de jerarca “Madre” subordinado “Hijo”.
La ley.- La ley siempre será un referente para las prácticas
sociales, ellas nos muestran que acciones son permitidas en esta sociedad y que
acciones no son permitidas, pero ante la ley estará siempre como jerarca la
justicia, es decir, la ley está al servicio de la justicia y no al revés.
Cuando aplicamos la literalidad de la ley, podemos caer en un vicio de
legalidad si desconocemos la justicia que se quiere implantar por la letra de
la ley, de tal forma que no es posible actuar la justicia al margen de la
misma, de este modo, sabremos cómo proceder en casos de dilema en el que la ley
y la justicia parecen no estar de acuerdo, por lo que se apela a instancias
superiores de la justicia, la misma que pende de la caridad.
En
todos los campos siempre tendremos en cuenta, que cosa está primera; la ley, está al servicio de la justicia y ésta
de la caridad. De tal manera que ante una acción en la que se tenga duda sobre
si se actúa o no, se tiene que mirar por un lado la ley, que nos dice esta al
respecto y luego la justicia que bien entendida es la voluntad constante de dar
a cada quien lo que le corresponde estrictamente.
Nunca
es saludable actuar movidos por el odio o la venganza, ya que en ella actúa la
injusticia antes que la justicia, aunque la letra de la ley fije el castigo, la
justicia juzga el contexto y la caridad cambia los miramientos humanos
sentimentales, por razones fundamentales para obrar, de esta manera los dilemas
se dan en la disyuntiva ante la aplicación de una norma y la conducta
aprendida.
Cuando
la aplicación de una norma, está en contraste con la necesidad afectiva suelen
aparecer dilemas por los que se denuncia a los propios hijos o padre, pero
mirando más allá, las necesidades o apegos afectivos, suelen ser más fuertes
que la misma justicia, razón por la que muchos permiten que se les maltrate ya
que quien lo hace goza de un privilegio afectivo.
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