Persona y Personalidad
La sociedad es un conjunto de personas ligadas entre sí, que mantiene objetivos comunes determinando la vida social y logrando así, que una sociedad sea distinta a otra, de esta manera también se ha logrado concebir, no solo las sociedades, sino también las categorías sociales.
Muchas sociedades sostienen un alto nivel de permisividad (sociedades liberales) y otras mantienen, menos aceptación de factores extraños restringiendo el acceso a cualquier forma de vida que no esté de acuerdo a la forma genérica de esta sociedad, (sociedades conservadoras).
Dentro de estas sociedades, existen miles de personas con caracteres distintos, difícil en muchos de los casos, de coincidir entre sí, en lo que a relación afectiva o filosóficas nos refeririamos, manteniendo la unidad solo en cuanto al interés social, llamado “bien común” pero manteniendo la distancia en el resto, por el bien de la misma sociedad.
Dentro de estas sociedades encontramos muy inmiscuida las llamadas sociedades feministas y machistas. Estas sociedades entre otras, son un componente esencial de las sociedades universales, representadas en los países y continentes.
Se ha dicho en reiteradas ocasiones, que la sociedad latinoamericana es machista por antonomasia, cosa que contrasta con los hechos sucintados en el escenario global, donde actos de violencia contra la mujer, se registran a diario, incluso existen países europeos donde la mujer gana sueldos y salarios inferiores a los percibidos por los varones.
Todo esto nos dice que, en realidad, los latinoamericanos no somos machistas, sino más bien un tanto conservadores, y los europeos más liberales, esto explica porqué en Europa el tema relacionado con la prostitución y la homosexualidad, son tolerados de una manera peculiar, mientras que en Latinoamérica no se los concibe del todo.
Cuando una sociedad se convierte en discriminatoria de los diferentes, es entonces, cuando eso que desprecian aparece con fuerza, es decir, por estadísticas se conoce que en muchos de los casos de homosexualidad; y, prostitución, aparece un porcentaje bastante elevado de violencia contra la personalidad de estas personas a quienes en su génesis no se les entendió el porqué de su forma de vida.
La persona y la personalidad son cosas diferentes pero muy complementarias. Por persona entendemos a un sujeto individual de naturaleza racional y por personalidad se entiende todo un conjunto de características que determinan el comportamiento. Estas características, no son netamente físicas, sino que están más ligadas al campo de las emociones.
La personalidad incide directamente en la identidad del sujeto, en este aspecto hay que tener en cuenta y, revisar que tan firme es la personalidad del niño, para asumir los diferentes aspectos de la vida que le circundan, y así es como los niños repiten lo que los adultos hacen en su presencia, y el resultado lo tenemos solo cuando la persona es adulta.
LOS HOMOSEXUALES
La sociedad, está compuesta por una infinidad de familias y es la sociedad la maestra más influyente en la educación de la personalidad de un individuo, de esta manera es como cada individuo responde con su personalidad al crecimiento o no de una sociedad, si la sociedad es positiva, sus hijos serán prósperos.
En los primeros años de vida de los niños, se aprecia un constante descubrimiento manifestados por su permanente asombro a cada evento que se realiza en su entorno. De esta manera los niños van aprendiendo lo que su medio familiar o social le muestra como norma de vida, que si bien, en un inicio no los entienden como tal, en su crecimiento, se va relacionando con otras personas que tiene vidas semejantes, con quienes se identifican y se desarrollan como personas, en determinadas esferas sociales.
En las sociedades machistas, se tiende a menospreciar a los niños que actúan por fallos hormonales, con un comportamiento menos varonil, sin que el mismo niño piense en que este comportamiento es impropio de su género, pero es la aceptación y comprensión de estas personas donde se forma la personalidad, y se determina su identidad.
Para explicarme un poco y siendo más directo, existen familias y sociedades donde los fallos hormonales, son duramente cuestionados y burlados, etiquetando a la persona, que tiene este desliz como del otro equipo o de la vereda de en frente, etc. Se le recrimina su actuar, se le hace pasar el ridículo, se le menosprecia, se lo descalifica, hasta llegar a la violación, y, como resultado tenemos la presencia de un homosexual.
Pues bien, la homosexualidad no tiene que ver directamente con los fallos hormonales, sino con la educación y aceptación del sujeto que aparece como distinto en una sociedad, llámese esta; familia, barrio, escuela o cualquiera de los lugares donde la persona tiene un lugar para su crecimiento y desarrollo, porque científicamente, las alteraciones hormonales son incapaces de hacer que un sujeto, guste del mismo sexo, pero lo determinan en su forma de comportamiento, que nada tiene que ver el comportamiento menos varonil con la homosexualidad masculina.
En ocasiones, he escuchado decir que la homosexualidad es un factor de hormonas y eso no es certero ya que la científica ha realizado estudios y no existe en las hormonas esa capacidad para hacer de una persona genética y físicamente bien constituida un homosexual, se trata más bien de un comportamiento social, negado o admitido, es el resultado de lo que la misma sociedad genera en sus miembros.
La científica determina que la persona es un compendio de cromosomas en los que se contiene toda la información genética, de ella depende directamente la sexualidad o identificación sexual, por lo que en nada tiene que ver el exceso de hormonas en la inclinación afectiva sexual.
Muchos también argumentan que la homosexualidad es un asunto de nacimiento, bueno eso está explicado por los fallos hormonales. Los juguetes que usan y las formas de comportamiento en los primeros años no determinan el sexo. pero ninguno de estos aspectos son un indicador de que haya nacido una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre, como muchos lo dicen para justificar. .
Eso genéticamente es imposible, ya que el sexo no lo determinan las hormonas sino los cromosomas, es decir que cada persona necesita 23 pares de cromosoma y, para que exista un varón es necesario que existan 22 pares de cromosomas (autosomas), más un par (xy) que es el que identifica el sexo; en el caso de una mujer, necesita 22 pares (autosomas) y un par de cromosomas (xx) que es el femenino y hasta ahora, ningún resultado dice que, algún homosexual tenga los cromosomas alterados. Caso aparte los hermafroditas.
El tema de la homosexualidad, no es solo en el campo masculino, estudios demuestran que las mujeres están más propensas que los varones a ser homosexuales, pero las características de la mujer, no le permiten mostrar en su pubertad, lo que a un varón se le notaria desde los primeros años. Otro punto favorable a las mujeres es que su estructura natural le recuerda su capacidad para concebir, eso a muchas mujeres les ayuda a superar la crisis en los últimos años de la juventud, donde finalmente deciden enamorarse de un hombre, tener hijos y adoptar una vida de esposa y madre con naturalidad.
Un tema aparte en esto de la personalidad es el caso de las prostitutas y prostitutos.
LAS PROSTITUTAS
Se dice que la prostitución es una de las ocupaciones femeninas más antigua, ya que en toda la literatura universal, siempre se ha visto a mujeres que hacían de este oficio, incluso en la antigüedad se consideraba la actividad sexual como una donación a la divinidad y es así, como aparecen las prostitutas sagradas.
La “prostituta” es otro de los temas de nuestro estudio, la mujer aparece en la historia como la seductora del hombre, y bíblicamente la causante de que el varón perdiera los dones preternaturales, y apareciese el pecado original originante.
Pero la prostituta, también es otra víctima del estado social intolerante, ya que la mujer físicamente más dotada, es la más apetecida por las hormonas masculinas, y si el trato es amigable, las posibilidades de ser un objeto sexual, son más probables, si es que las condiciones socio afectivas de la mujer no están fortalecidas por una formación de calidez humana, afectivo emocional.
Las niñas en su etapa de crecimiento y desarrollo, van dejando de lado su singular cuerpo de infante para adquirir otras formas, que aparecen como atractivo a los masculinos. Por lo que las miradas y el morbo se hacen presentes a cada paso que la adolescente da.
Los gestos y estimulaciones, dichas en un inicio como piropos, pueden ir tomando otro rumbo, y convertirse en acoso y persecución, hasta hacer de una señorita un objeto sexual de quien la pretenda. Las estimulaciones suelen venir en un inicio del interior de las familias, donde el trato del padre no es el más adecuado con la hija y el cariño se convierte pronto en estimulación y las adolescentes al no tener otra alternativa, buscan el rose masculino para sentirse amadas.
En otro escenario, el abuso de autoridad y la anulación de la mujer como persona, hace que esta también se incline por buscar compensaciones que le permitan desahogar sus aflicciones y de esta manera queda sumida en la esclavitud del sexo.
El trato de los adultos con las niñas casi siempre son un antecedente a estudiar frente al tema de la prostitución, los adultos son el principal referente que se tiene cuando aparecen estos caso, porque la prostituta tampoco nace, sino que al igual que los otros ejemplos, citados en artículos anteriores, también es víctima de una incomprensión de la sociedad; no comprenden por qué es cariñosa, o porque se acerca a alguien, es entonces donde el morbo se disfraza y la mujer pasa a ser considerada puro objeto sin utilidad.
APÉNDICE
En los dos ejemplos antes abordados, el tema de la tolerancia se hace presente, el acercarnos más a los niños y hablarles con claridad las cosas, puede ser un modo preventivo, desechar todo tipo de maltrato al menor y asumir la formación con calidez humana, sería un buen aporte a la sociedad.
En muchos de los casos, la conformación de la familia no les permite vivir con soltura, los conflictos familiares serán un eco a escuchar durante toda la vida de los infantes, adultos en potencia. En ocasiones muchos especialistas en temas relacionados a familias recomiendan y hasta exigen que la pareja se separe por el bien de los hijos. Aun así el tema de la persona y la personalidad es un tema a tratar de modo muy sutil, ya que el común de las personas mantiene una especial vinculación entre estos dos conceptos; entre temperamento y carácter, entre edad y madurez, entre titulo y conocimiento, etc.
Decodificar a las personas, sacarlas de su forma de concebir la realidad hasta aceptar que su juicio es equívoco y que tales acciones le traerán muy serias consecuencias, es un tema de finura en el trato, de un cuidado tenaz, requiere de mucha paciencia y de tener la capacidad para asumir el dolor por los daños causados.
Muchos que llegan a la consideración precisa, buscan desesperadamente ayuda, otros se refugian en religiones extrañas o credos cristianos tratando de encontrar cierta paz al alma. Escuchamos tantos predicadores dar testimonio de su vida “de oscuridad” y de cómo encontraron la luz a su vida, para eso hace falta que abandonemos la vieja forma de mirar las cosas y asumamos las nuevas, sin desestimar que, en el baúl de las cosas viejas, también existen muchas nuevas, solo hay que saberlas buscar.
Los juicios precipitados, las opiniones a favor o en contra, de nada nos favorece, porque las realidades no son opiniones favorables, a veces son temas de no quererlos tocar por lo duro que suelen ser con nosotros mismos, pero si lo que pretendemos es el bien propio o ajeno, la simple opinión suele ser muy perjudicial, si no se la hace con base profesional.
Nadie es capaz de introducirse en el alma de las personas, por más que ésta nos abra las puertas de ella para que entremos, conocer el porqué de los defectos sociales, encierra una historia en cada rincón de nuestra sociedad, buscar la nobleza en quien toda su vida ha sido pura amargura, es sembrar en el desierto, regarás la siembra durante el día, pero mientras duermes, la tormenta de arena la cubrirá.
En dichos del Gran Maestro “no lances lo santo a los perros, ni tires las perlas a los cerdos, para que estos aplastándolas no las lancen contra vosotros mismos y os hieran” y por otro lado también dijo “No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados, perdonad y seréis perdonado… dad una medida justa, remecida, rebosante y apretada porque con la misma medida que midas seréis medido” (Jesucristo)
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