Por: Luis Litardo
No voy a entrar en polémicas con la prensa, pero han caído en donde no debieron caer, han llegado a estigmatizar a los barrios marginales a tal punto de considerar que todos los que viven en tal o cual localidad son delincuentes. No dejan pasó a la presunción de inocencia y pugnan porque se condene a todos los que la policía agarra en dichas zonas.
Cierta ocasión se detuvo a un menor de edad, por el solo hecho de ir al negocio de su abuelo a cumplir con un encargo de su mamá, sin que se le encontrará nada y sin que el chico sea ni siquiera de andar con juntas callejeras.
Se detuvo al que hizo un alto para saludar a un amigo mientras pasaba por el lugar, sin que sospechara que allí, en ese lugar, se iba a dar una redada policial.
Se detuvo a la mujer que viajaba junto al que llevaba la maleta con droga, sin que está sea nada del pasajero que estaba en la butaca adjunta.
Se detuvo al chófer que le pidieron que traslade un vehículo, sin siquiera sospechar que el vehículo era una caleta rodante.
Se allanó una casa porque una vecina lo denunció diciendo que allí había droga, allanaron no encontraron nada y de paso no hicieron nada contra quien dio la falsa denuncia.
Se detuvo al profesional que salió desde tempranas hora a su trabajo, solo porque alguien se confundió y estuvo muchos días preso, demostrando su inocencia sin que jamás le hayan podido demostrar su responsabilidad penal.
Se detuvo a la ama de casa con su vástago, porque vestía igual que la que andaba con un grupo delictivo.
Nadie está exento de un error policial y al parecer debe de pasarle en carne propia a quienes acusan a personas de delincuentes, a quienes hacen sentencia social, a quienes estigmatizan los barrios pobres para que aprendan a que no por vivir en un barrio pobre, estar junto a alguien, vestir alguna ropa o tener cierta similitud física, ya te constituye en delincuente.
El derecho a la presunción de inocecia es un derecho que nos afecta a todos, porque nadie está libre de ser el próximo aprendido por la policía y luego salir su foto en los titulares del medio o en redes sociales.
El derecho al buen nombre, la honra, la presunción de inocencia debe ser respetado.
Hoy serán desconocidos pero sepan, que el juicio injusto imprime sentencia contra quien lo aprueba, que podrías no pagarla tú, pero si algún ser querido, la vida se encargá de poner en ese mismo lugar a ti o a tus seres queridos.
El derecho a la defensa, no debe estar condicionado por la comoción social que genera la noticia infundada y replicada.
Fiscales que acusan sin pruebas y contra derecho, jueces que condenan por la misma razón aún a sabiendas que a quien acusan y condenan es inocente o que la ley se la está aplicando de modo incorrecto. A esto hay que agregarle, la coima y la corrupción en el sistema de justicia. Juicios retrasados o sentencias apresuradas, eso también reciente a la sociedad.
Y ese obrar nos trae como resultado de lo que tenemos, una sociedad que clama justicia, porque aplaudir los juicios injustos reciente a la sociedad y esta se revierte en nuestra contra.
Algunos le llaman Karma, ley de atracción, causa y efecto, acto y potencia, recompensa, ley del talión, etc.
Si queremos una sociedad justa, comencemos practicando la justicia, sino, esta se revierte contra los que aprueban los juicios injustos, la estigmatización social, la penalización de la pobreza y toda clase de acusación y condenas que se hagan contra las personas buenas, contra la norma expresa y contra la misma justicia social, reciente a la sociedad y la hace injusta y criminal.
Una sociedad injusta genera injusticia, ya ven como estamos, pero aún así nos reímos y aplaudimos porque se condenan a inocentes.
Aún así seguimos pensando que el ser pobre es sinónimo de ser delincuente, aún así vamos destilando odio contra quienes no piensan o no son como nosotros nos imaginamos que deberían pensar o ser.
Muchos se atreven incluso a ponerse como ejemplo de honradez cuando saben bien que no lo son.
Nuestra sociedad clama justicia pero nadie la escucha y al contrario creen que obrando la injusticia se obtendrá justicia, como si la piedra fuera pan.
Uno de los grandes maestros (Jesucristo) decía muy acertadamente : "Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá"
(Lucas 6:38)
Si obras la injusticia, no esperes la justicia.
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