sábado, 3 de agosto de 2024
VERDAD Y PRUDENCIA
Por: Luis Litardo Castro (AB)
Toda la humanidad tiende a la verdad como a la fuente de su ser, casi todos decimos amar la verdad y ser sinceros, también en momentos críticos, hasta juramos que aquello que decimos o hacemos es verdad.
Muy pocos, tomamos en cuenta que ser sinceros en su totalidad es algo imposible sin el manejo adecuado de la sinceridad y es entonces, donde surge la famosa "mentira piadosa" aquella mentira que la hacemos por salir del apuro y sin el ánimo de hacer daño a nadie.
Muchas otras personas asumen que son sinceras y, de paso son frontales, estás personas suelen decir las cosas tal y como se les pasó la idea por “la cabeza” en ese momento, sin darle forma ni prever responsabilidades ulteriores sobre lo que dicen, a quien se lo dicen, en qué circunstancias lo dicen y si había la necesidad de decir aquello.
Es aquí donde la sinceridad suele caer en la crueldad, en ese ánimo inhumano, despiadado, irracional; y, por ende, dado solamente con el ánimo de decir las cosas, más allá de buscar el bien, la paz o la solución de un conflicto.
Si bien, cuando haya la necesidad de decir la verdad, también habrá la necesidad de no decirla; si no es conveniente, si con lo que decimos vamos a dañar a otro, vamos a causar un mal o sencillamente, si aquello que vamos a decir no aporta a solucionar algo.
La verdad jamás estará de acuerdo con la crueldad, por esto, la frontalidad que no aporta al bien o a la solución de un conflicto, solo estaría destinada a dañar a otro y por ende las personas que usan la frontalidad, sin tener en cuenta el bien que persiguen con aquella posición, no serán personas sinceras, solo serán personas crueles e inhumanas.
En este ambiente de conflicto constante, de violencia y alto índice de susceptibilidad social, se hace necesario que todos aprendamos lo que es la restricción mental, que es la desvirtualización de la información sin mentir ni decir la verdad; a manejar el silenció, la prudencia al hablar y solo si en extremo es necesario, decir la verdad, si con lo que diremos, buscamos el bien, o aportaremos a la solución de un conflicto.