sábado, 31 de diciembre de 2011

MENSAJE POSITIVO

Yo no le deseo a nadie que tenga un “feliz año nuevo”, les pido que tengan fe y luchen con perseverancia, vivimos en un mundo lleno de energías, las positivas atraerán todo lo bueno, las negativas te las alejarán. De ti dependerá que el próximo año te vaya bien o mal, de tu estado de ánimo, de tus convicciones, en sí, los logros que obtengas serán el  resultado de tu fe, nada será mejor o peor de lo que tú mismo estés atrayendo, nada cambiará y nada te sucederá por azar.

Dios o como quieras que concibas la idea del Ser Supremo, gobierna todas las cosas, y las dirige, de acuerdo a tu necesidad, nada te llegará porque lo pidas, nada que tú quieras se irá de ti sin una razón cósmica. Todo el universo, está fijamente conectado con un ser superior, a quienes unos le llamamos Dios y otros “una energía cósmica” ese mismo ser, es el primero que comprende lo que te pasa, y por ser una energía positiva <<El Dios Amor>> nunca te dará lo que te hará daño, nunca te mantendrá con quien te hace o te hará sufrir, y siempre quitará de tu lado a quien harás o estés haciendo sufrir, y; esa decisión no dependerá de ti, las condiciones se te darán en el debido tiempo.

Adquiriremos propiedades, empleos, mejores salarios, pareja, todo según nuestra necesidad. No es tu decisión, no te engañes, no es tu capacidad o tu incapacidad lo que cuenta, todo lo que debe ser, eso es lo que será y no será ni más ni menos, será lo que tiene que ser, como tiene que ser y en el lugar que debe ser. Solo hay que saber esperar, la paciencia, es lo que ha llevado al éxito en los grandes negocios, detenerse un rato y observar, cuál es el modo exacto, cuándo el tiempo propicio, en palabras del Gran maestro,  saber “leer los signos de los tiempos”.

La vida es más simple y sin muchas complicaciones, las dificultades serán del tamaño de tus sueños. Siempre que se habla de sueños, es necesario abordar las realidades. Si lo que quieres es dinero, piensa que en la historia de la humanidad, nunca el dinero ha traído felicidad, quizá un poco de soltura en los gastos, recordando también que los gastos aumentan cuando aumenta nuestra capacidad adquisitiva, por lo que la dificultad económica nunca desaparecerá. Vivirás distinto que otros ¡sin duda! Eso no significa que serás más feliz que el otro que no tiene lo que tú tienes; con el dinero, tendrás banquetes, viajes, y mucha gente que te halaga, otros quizá no necesiten de eso para ser felices.

Algún día aprendí, que si nuestros sueños dependen del dinero, es porque nuestros sueños son muy baratos. Aprendí, que por el dinero no había que preocuparse, porque no había dinero. Por eso aprendí a soñar y a vivir de la fe. Narra la biblia que “dos discípulos de Cristo iban entrando en el templo de Jerusalén y, un paralitico se abalanza a ellos y les pide dinero, estos dos misioneros no cargaban dinero, Pedro le dice, - no tengo ni oro ni plata, pero lo que tengo te lo doy, levántate y camina - el paralitico quedó curado; si estos hombres hubiesen tenido dinero, el paralitico nunca hubiese sido curado.

Ahora que empieza el año, es momento de tocar el hombro del afligido y decirle, ¡ánimo hermano! la vida te sonríe hoy. Saciar al hambriento y al sediento, dar la mano al necesitado, etc. ¿Qué sacamos con desear el “feliz año” si el resto del tiempo pasamos en constante luchas entre nosotros mismos? ¿Qué ganamos con darnos un abrazo o simplemente la mano? Si aún vemos a niños pidiendo bocados, ¡Qué ganamos con eso! sino solo tranquilizarnos un rato. 

lunes, 19 de diciembre de 2011

DILEMA FILOSÓFICO II

Por Luís Litardo
La verdad, La veracidad y La certeza
Otros conceptos que con normalidad se mezclan, son estos tres que hemos propuesto para nuestro análisis.

La verdad
Este concepto, aunque es muy usado por las personas, casi siempre se lo confunde con la veracidad y la certeza, a punto de pensar que lo verdadero es cierto o viceversa

La verdad entonces, es aquello que nuestros sentidos perciben como una realidad, es decir que aquí cabe la verdad individual, por eso es que la verdad se subdivide en varias partes, pero aquí sólo vamos a tocar dos tipos de verdad, la subjetiva y la objetiva.

Verdad subjetiva.- Es la verdad que radica el sujeto que la expresa y podría ser una verdad, solo de esta persona de allí el nombre de subjetiva, porque solo la percibe la persona que la manifiesta, aunque para todos los demás esto no sea verdad, como por ejemplo el sentir frio, mientras los otros tienen calor. Este elemento podría estar solo en la persona debido a un estado de salud deteriorado sin que la persona que lo posee lo haya advertido.

La verdad es la adecuación de la mente a la cosa y esta cosa podría estar solo en el intelecto de alguien y no de todos.

Verdad objetiva.- Es la misma realidad de la cosa adecuada a la mente de un colectivo, eso significa que un elemento es percibido por los sentidos de muchos, como por ejemplo un fenómeno natural.

Existen ocasiones en que la verdad subjetiva se convierte en objetiva y viceversa, si esa verdad es tan fuerte que todos comienzan a percibir la misma realidad esto es en el primer caso o en el segundo caso si ya no perciben la misma realidad, como sería el caso de las famosas casas “embrujadas” o “poseídas”, en donde la realidad aunque sea fuerte no todos las pueden percibir aunque todos los presentes hayan creído en un principio o hayan dudado.

En todo caso la verdad es la adecuación de la mente a un objeto, por cuya razón es que las cosas tienen nombres y todo los conocemos por ese nombre, como es el caso de un automóvil realidad que no escapa a nadie como realidad objetiva o como la temperatura, el hambre o el sueño, realidades que no todos estamos en la capacidad natural de percibirlas al mismo tiempo

La veracidad
La veracidad es el hábito de decir y actuar la verdad, se trata de una capacidad de la voluntad en las potencias intelectiva que nos mueve a decir y obrar la verdad.

La realidad de la veracidad existe en quien dice la verdad o practica actos verdaderos, por eso es que en ocasiones se confunde la verdad con la veracidad; y, mientras la verdad existe antes que el sujeto que la conocerá, la veracidad vive presente en cada acto de verdad, por eso es que estas dos realidades son inseparables pero no son la misma cosa.

Ser veras, es andar con la verdad siempre y esto supone la virtud de la prudencia que consiste en mantener un equilibrio en lo que hacemos, por eso definimos la prudencia como el recto obrar o como la rectitud en nuestros actos. Ahí está el detalle.

Muchas personas se dicen muy sinceras cuando dicen la verdad, pero no advierten en qué momento y por decir la verdad cometen injusticia, ya que esa verdad podría sostener un alto grado de imprudencia, por el hecho de decir las cosas sin mirar el bien o el mal que podrían causar, cuando se trasmite la información.

Por eso es que la veracidad está muy ligada a la virtud de la prudencia, que es el recto obrar, es decir, que por mucha verdad que se diga, si se la hace por descargar enojos o por ofender, esta persona en el momento deja de ser veraz y se convierte en injusta o lo que se llamaría también tirano o un déspota.

De esta manera es como la prudencia regula la verdad a tal punto que la virtud de la veracidad actúe en su recto cauce produciendo el bien y evitando el mal, ya que la sinceridad, no radica en decir lo que se sabe, sino en saber trasmitir a las personas indicadas los sucesos que sólo ellos deben de conocer, como el confesor y el penitente, el psicólogo y el paciente, el abogado y el cliente, etc.

La Certeza
Otro concepto que suele llevar a equivocaciones en la terminología es la certeza, que consiste en tener plena seguridad en que algo es así.

La certeza se asemeja mucho a la verdad, solo que, su estado suele no ser permanente, mientras que la verdad es absoluta, aunque con mucho respeto para los que sostienen la relatividad de la verdad, debido a una mezcla con la certeza que es la que caería en la categoría de verdad relativa.

Mientras que la verdad es la constatación firme de la realidad con la inteligencia (el sol sale y se oculta) la certeza se basa en investigaciones profundas y fundamentadas, pero con un estrecho o gran margen de error, debido a que al pasar de los tiempos eso que se consideraba verdad podría ya no serlo (Teoría de la relatividad de Albert Einstein).

En ocasiones se dice que como es “cierto” entonces es “verdad” o viceversa; y, lo correcto es que la verdad siempre será verdad y la certeza siempre será certeza, no puede lo uno ser lo otro, de esta manera es como se asemejan y se diferencian la una de la otra.

Estos tres términos suelen ser muy complementarios, ya que para afirmar una verdad se tiene que acudir a los procesos lógicos que nos dan las aproximaciones (certeza) usando la veracidad como guía para alcanzar lo que se propone en la investigación.

Las confusiones suelen ocurrir en el momento de conceptualizar las cosas, a quienes se las define de tal modo que, con palabras se pueda expresar la realidad de estas y su utilidad en la praxis, por eso es necesario a la hora de sostener un debate, saber con absoluta certeza si lo que digo es verdad (adecuación de la inteligencia al objeto); si es veraz (dichos o hechos provenientes de fuentes confiables); o si es certero (demostración científica más creíble).

La solución al conflicto está en saber identificar cada una de estas, de tal manera que nunca se tenga como verdad propia algo que podría ser una verdad para otros, ni nunca se diga que es verdad lo que nuestro argumento demuestre que solo es cierto.

martes, 13 de diciembre de 2011

DILEMA FILOSÓFICO


Por Luís Litardo

Introducción.
Las personas tenemos modos diversos de concebir las realidades y son estas realidades las que tenemos que conceptualizar para poderlas entender, de tal manera que cada persona entiende desde los conceptos que tiene de las cosas.

Karl Popper escribió "Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos; o, permítasenos decir, si ellos no son conscientes de tener problemas filosóficos, tienen, en cualquier caso, prejuicios filosóficos. La mayor parte de estos prejuicios son teorías que inconscientemente dan por sentadas o que han absorbido de su ambiente intelectual o de su tradición... Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que los hombres necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes teorías".

Hasta aquí el texto del Filósofo, pero qué hay de verdad en esto? mucho, que siendo la filosofía la ciencia de todas las cosas, en ella está el conceptualizar todas las cosas de tal manera que las personas lo entiendan de la mejor manera.

 Existiendo una infinidad de conceptos y una infinidad de criterios sobre los mismos conceptos, podemos poner como ejemplo la sociedad, sabiendo que existen diversos modos de concebir la sociedad, conceptos que aunque quisiera escribirlos, no cabría este espacio para introducirlos a todos.

Además contamos con muchas otras sociedades como por ejemplo: Sociedad Mercantil, Sociedad Anónima, Sociedad Limitada, Sociedad Cooperativa, Sociedad en Comandita, cada una de estas sociedades son conceptualizadas de diversas maneras por diversos autores, esto significa que cada autor de estas materias, conceptualiza a la sociedad de modo que él lo conciba como verdadero.

Así, de esta forma nos encontramos con los conceptos universales que son aquellas realidades que se pueden aplicar a muchos sin que por ello pierdan su esencia


El bien
Muchos filósofos se han detenido a pensar sobre la bondad y malicia de los actos que realizan las personas, definiendo adecuadamente que el bien es todo aquello que proporciona a los seres racionales cierta dicha y felicidad. El bien seria por tanto lo que todos los seres racionales persiguen con una voluntad intelectiva.

Otros al considerar el bien han considerado equívocamente la bondad, aunque a decir verdad el bien y la bondad son similares en su concepción originaria aunque un tanto diversos en su aplicación, el bien como la voluntad que nos mueve a cumplir con determinados propósitos y la bondad como el acto natural que nos lleva causar cierta armonía en la naturaleza.

Mientras que el bien puede ser real o aparente, la bondad siempre será la búsqueda de la armonía, de que todo trascurra como debe ser favoreciendo siempre a que se ausente el conflicto.

El bien termina en la conclusión del acto mientras que la bondad busca realizar actos buenos. Voy a ejemplificar un poco; cuando una persona tiene sed, busca beber agua o algún líquido que le quite la sed, es decir busca el bien, el mismo que termina con la obra concluida.

La bondad en cambio, tiende por la misma naturaleza a realizar actos buenos, es decir que el bien cualquier persona lo puede realizar, porque es aquello que busca para que le proporcione cierta dicha, pero la bondad ya es un acto de la virtud que nos inclina a realizar actos buenos para sí mismos o para los demás y aunque los actos que realices sean escandalosos para otras personas, siempre estos actos estarán cubiertos de la virtud y no de un mero placer como lo es el caso del bien. En conclusión, la bondad es la práctica asidua del bien, es una virtud por la que realizamos actos buenos.

El bien es por tanto “aquello que todos apetecemos como a su fin porque trae consigo la felicidad”


El Fin
El fin también se lo suele confundir con finalidad pero estamos en el mismo caso anterior, en que se parecen, se complementan pero no son lo mismo, ya que el concepto de fin, dice, como término de una obra, de un tiempo o se lo emplea como sinónimos de objeto, motivo o finalidad.

Aquí vamos a tocar el fin en su esencia, como el cumplimiento de algo, es decir que el clímax de una actividad es el fin, por tratarse de gustar la realización de aquello que buscábamos como bien, una vez cumplido y obtenido el bien deseado, se llega a su fin.

El fin puede ser de dos maneras, ya como terminación de un evento (fin de la obra) ya como ideal, (fin del agente)

Fin de la obra.- Este concepto nos queda menos complicado, porque todas las personas han llegado a la conclusión de una actividad o una relación, que podría ser de diversos modos: laboral, sentimental, filial, etc.

En el aspecto laboral, sabemos que puede ser parcial, si terminó el día laborable o total, si terminó el contrato laboral por el que mantenía esta relación, que podría venir, ya por una ruptura del contrato, ya por la culminación de la obra.

En el campo sentimental, las parejas suelen decir, que ya “terminó con su pareja” y esto significa que la relación llegó a su fin.

En la relación filial, se da por la emancipación, cuando el hijo tiene la edad adecuada para tomar decisiones y ser responsable de sus actos, normalmente suele ser a la mayoría de edad o cuando contraen nupcias.

Cuando hablamos del fin del agente, entonces lo entendemos como los objetivos que se tenían que cumplir, como la finalidad, por la que se obro esto o aquello, es decir, que una vez obtenido el título académico, el fin de la etapa de estudiante universitario terminó aunque inicie una nueva etapa, que sería la de preparación profesional en la rama de su especialidad.

Y así estas motivaciones también adquieren el nombre de fin, siempre que el llegar a ellos proporcione satisfacción.

La felicidad
Por felicidad entendemos el estado de ánimo por el que se disfruta lo que se ha deseado o se desea, se lo puede entender como el gozo y el deleite por obtener lo que se buscaba.

Este estado de ánimo, nos mueve fuertemente a proyectarnos nuevas metas ya sean a corto o largo plazo, la felicidad en si es lo que todos deseamos, por lo que todos luchamos y a lo que todos los seres dotados de razón tendemos de modo natural.

Esta felicidad, podría muy bien confundirse con la alegría y el contento que son del grupo de las emociones pero que no son la felicidad, ya que su estado es pasajero en muchos de los casos efímeros, como la reacción que produce el alcohol en quien lo bebe o alguna de las otras sustancias que provocan una eventual alucinación.

La felicidad entonces se encuentra estrechamente ligada al fin y al bien, por el sencillo hecho que nadie busca el mal por sí mismo, sino que en el estrepitoso intento de buscar la felicidad, se vean enredados en efímeras alegrías y un interminable número de contentos, y en lugar de acercarse a la felicidad, se alejen de ella, ya que solo se buscó satisfacer las necesidades emergentes, sin tener ninguna finalidad estable en su vida, ya como objetivo o meta a concluir.

El problema suele ocurrir cuando se invierte los medios y los fines y se busca como fin lo que solo es medio, es decir que, si un joven busca ser profesional, tendrá que cumplir con todos los requisitos legales para ingresar en la universidad y de a poco va cumpliendo esas metas hasta terminar toda la carrera y obtener el título por el que cumplió todos los otros propósitos, ejemplo.

Primer fin, aprobar el bachillerato con las mejores calificaciones que le garanticen un acceso a la universidad; matricularse; asistir a clases y cumplir con los profesores, guías, tutores y formadores; pasar puntualmente todos los exámenes y cursos, tener buenas relaciones afectivas entre los compañeros y con las autoridades del centro de estudio y finalmente la graduación. De esta manera logrará su finalidad cumpliendo de a poco con cada una de estas obligaciones.

Y así podemos ejemplificar en los diferentes escenarios de la vida, en los que debemos cumplir cada una de las etapas, si queremos realizar bien las cosas y lograr esa satisfacción en los actos que realizamos.

De esta manera, concluimos nuestro tema, del dilema filosófico entre el bien el fin y la felicidad, siendo que los tres conceptos son en sí mismo, la misma cosa con diferentes nombres.